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Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia.

Santiago Ramón y Cajal, 1 de mayo de 1922

¿Qué participación aspiramos a desplegar para llegar a diseñar nuestra Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Una de las definiciones más aceptadas en la comunidad internacional de participación es la propuesta por Roger Hart en 1993, en la que se la define como “la capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social y que afectan a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive”[1].

La participación requiere de un cierto número de personas o grupos cuyos comportamientos se “determinan recíprocamente”. En este sentido, podríamos decir que es sinónimo de intervención colectiva: TOMAR PARTE, SER PARTE, FORMAR PARTE JUNTO A OTROS DE UNA MISMA ACCIÓN, EVENTO, DECISIÓN…

Los teóricos señalan dos grandes ámbitos para la participación:
•El público, que incluye la participación ciudadana y la política, y 
•El privado, en el que se encuentran la participación social y la comunitaria.

La Participación Ciudadana

La intervención de los ciudadanos en la esfera pública. Es un proceso que proporciona a los individuos, a las vecinas y vecinas, una oportunidad de influir en las decisiones públicas. Es  un componente del proceso democrático de toma de decisiones.  Pero caben muchas otras esferas y momentos en los que se requiere participación ciudadana, como los PROCESOS de PARTICIPACIÓN a los que somos llamados sobre cultura, energía, medio ambiente, etc, etc. Muchas veces esta participación se queda en un plano consultivo o deliberativo.

La Participación Política

La participación política es un elemento esencial de los sistemas democráticos. En cierta medida la podríamos definir como una modalidad de participación ciudadana. Y, en este sentido se define como toda actividad de los ciudadanos que está dirigida a intervenir en la designación de los gobernantes y/o a influir en los mismos con respecto a una política estatal.
  • Acciones dirigidas a la composición de cargos representativos.
  • Acciones dirigidas a influir en las actitudes de los políticos
  • Acciones dirigidas a otros irrelevantes políticamente (boicot a productos de empresas y ONG, por ejemplo)
  • Actos a favor o en contra de medidas tomadas (huelgas, manifestaciones, etc)
  • Participación en asociaciones de carácter político  como partidos políticos y sindicatos.
 

La Participación Social

La participación social implica la agrupación de los individuos en organizaciones de la sociedad civil para la defensa y representación de sus respectivos intereses… que buscan el mejoramiento de las condiciones de vida o defensa de intereses. Estas organizaciones y grupos configuran lo que se denomina Tercer Sector; una manera de actuar diferente a la del Primer Sector-Público y el Segundo Sector-Privado (mercado)
La participación social es un derecho humano esencial de toda persona y, una sociedad puede considerarse democrática cuando todos sus ciudadanos y ciudadanas participan.
La participación social es uno de los componentes más importantes de la construcción de la democracia y, a través de ella, se contribuye a asegurar el cumplimiento de otros derechos.

 Y, la Participación Comunitaria

Con el que nos referimos al conjunto de acciones desarrolladas por diversos sectores comunitarios, en la búsqueda de soluciones a sus necesidades específicas. Se encuentra unida al desarrollo comunitario y tiene como eje la mejora de las condiciones de vida de la comunidad.

En la participación comunitaria es el propio grupo quien estipula las relaciones en función del problema, al cual busca solución mediante un proyecto de desarrollo de mejoras o cambio de la situación. Una de las características de la participación comunitaria es que busca mejorar el bienestar de los miembros de la comunidad en función de valores que le son propios, para que la mejora pueda ser sostenible en el tiempo.

De esta manera, los problemas de la comunidad pueden ser resueltos de manera endógena y las soluciones se ajustan a su entorno porque surgen del consenso de sus miembros.


Para la implementación de la Estrategia de la Baja Montaña (tanto en el diagnóstico, el diseño como en  la ejecución) aspiramos a poner en marcha un proceso de participación comunitaria que llegue a la  co-decisión y co-gestión para el desarrollo de  proyectos vinculados al Patrimonio y la Cultura de cada uno de nuestros pueblos.



TRES REGLAS BÁSICAS PARA PARTICIPAR

Si te quieres sumar a esta proceso debes recordar que buscamos una participación...
1.- VOLUNTARIA: todo el mundo que lo desee puede sumarse a este proceso con la intensidad que cada persona desee
2.- PLURAL: todo lo que voluntariamente se aporte a este proceso debe hacerse de manera respetuosa y tolerante.
3.- POSITIVA: no buscamos la uniformidad, es posible discrepar pero las propuestas, ideas, proyectos, aportaciones, sugerencias, críticas que se incorporen a la estrategia tienen que SUMAR no DIVIDIR





[1] Esta entrada se ha redactado tomando como referencia el blog Divulgación Dinámica  https://www.divulgaciondinamica.es/blog/participacion-ciudadana-definicion-tipos-participacion/

¿Que método vamos a seguir para definir e implementar la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Con el propósito general de diseñar e implementar un plan conjunto para atender el Patrimonio Cultural de la Comarca, esto es, realizar una planificación que contemple  un conjunto de actividades interrelacionadas y coordinadas alrededor de nuestro patrimonio y nuestra cultura utilizaremos un método concreto la investigación-acción.

La investigación-acción es una metodología propia de las Ciencias Sociales, en particular de las relacionadas con la Educación que se puede definir como el proceso reflexivo que vincula dinámicamente la investigación, la acción y la formación acerca de la propia práctica

O, dicho de otro modo, buscamos desplegar un esfuerzo planificado, temporal y único para crear nuevos productos, nuevos proyectos, nuevos servicios, nuevas ideas a nuestro Patrimonio y nuestra Cultura conociendo, reflexionando sobre lo que ya tenemos y hacemos. Pretendemos generar INNOVACIONES que agreguen valor o causen un cambio positivo en nuestra manera de relacionarnos con nuestro patrimonio cultural.

Se trata, entonces, de marcar todos juntos una estrategia para atender el Patrimonio Cultural de la Baja Montaña reflexionando, haciendo y aprendiendo en el proceso.


Características del proyecto de Investigación-Acción que queremos desplegar en la Baja Montaña para Atender nuestro Patrimonio Cultural 

Es necesario desplegar procesos de participación.

Esta participación debe ser activa: tiene que ser colaborativa y realizarse en grupo por las personas y los colectivos –formales e informales- implicados.

La aspiración que tenemos es que este proceso sirva para mejorar nuestras propias prácticas respecto a la cultura y el patrimonio de la baja montaña. Esto nos impone otro requisito: la investigación.

Y, esa investigación tendría que seguir una espiral introspectiva: una espiral de ciclos de planificación, acción, observación y reflexión realizada por los mismos actores implicados en el proceso.

Porque Investigación aquí implica registrar, recopilar, analizar.

Una investigación que busca CAMBIAR nuestra manera de ver, entender, actuar, mejorar nuestra cultura y nuestro patrimonio en un proceso gradual que empieza con pequeños ciclos que necesita avanzar, poco a poco, a cambios más amplios.

¿Por qué estamos poniendo en marcha la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Muchas personas, diferentes asociaciones y colectivos y las entidades locales dedican tiempo, esfuerzo y trabajo al Patrimonio Cultural, a preservarlo, documentarlo, conservarlo, divulgarlo pero, por lo general son esfuerzos individuales, acciones aisladas, que en muchas ocasiones resultan costosas y logran pocos resultados, escasa visibilidad o repercusión; son por lo general, proyectos a medio plazo que -a veces, en el tiempo - tienen una sostenibilidad frágil o incierta... Para integrar estas propuestas, establecer sinergias entre los proyectos y sus promotores, intercambiar experiencias y aprendizajes, atraer nuevos públicos, lograr acciones más eficaces y perdurables, convertir el patrimonio y la cultura en el motor de desarrollo de la Comarca… se intenta, con la intervención de la Agencia de Empleo y Desarrollo de Cederna Garalur en la zona, poner en marcha esta iniciativa.

Se parte, pues, de la hipótesis de que entre los recursos de la Comarca de Sangüesa-Baja Montaña existe un amplio Patrimonio Cultural muy reconocido: el Monasterio de San Salvador de Leyre, el Castillo de Javier, la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa... otros en vía de convertirse en espacios singulares como la Iglesia de San Salvador de Gallipienzo, el yacimiento de Santa Criz de Eslava... personajes de relevancia para la historia de Navarra como Enrique de Albret o Sancha de Aibar, de trascendencia universal como Francisco de Javier o Santiago Ramón y Cajal, conjuntos monumentales que luchan por no morir como la Villa Romana de Liédena, la iglesia de San Esteban de Yesa, la ermita de San Zoilo en Cáseda, el conjunto de Santa Elena de Abaiz en Lerga o San Bartolomé de Rocaforte, despoblados en la Vizcaya, Peña, ermitas, puentes, arquitectura popular... lugares, monumentos, historias, arte...

  
En los últimos años, como Comarca, se han dado varias ocasiones en las que ha sido posible trabajar el Patrimonio Cultural de manera conjunta; las Jornadas Europeas del Patrimonio, la presentación conjunta de los proyectos con sello MECNA de la comarca… Sin embargo, como decimos, son propuestas aisladas, no están integradas... solo se suma lo que cada uno hace sin lograr armar actuaciones coordinadas.

Aun así han servido para crear una conciencia colectiva de que se tiene mucho y valioso patrimonio, para evidenciar que existen muchos y ambiciosos proyectos, para descubrir que aún quedan muchos e interesantes elementos y bienes por poner en valor.

Aprovechando que toda Europa celebra el Año del Patrimonio Cultural, 2018 parece ser un momento idóneo para empezar a trabajar JUNTAS Y JUNTOS en esta línea.