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Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia.

Santiago Ramón y Cajal, 1 de mayo de 1922

116 personas asistieron a las presentaciones de la Estrategia de Atención al Patrimonio y la Cultural de la Baja Montaña


La información es el primer paso en todo proceso participativo. Entre los días 11 y 21 de octubre se han realizado 13 actos de presentación de la Estrategia de Atención al Patrimonio y la Cultura de la Baja Montaña.


En total han asistido a estas jornadas 116 personas.


Terminada esta ronda informativa por toda la comarca os traemos aquí algunas imágenes de cómo han sido las sesiones.












y sobre todo prestar atención a nuestra CULTURA

La UNESCO, en el año de 1982, en la "Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales" celebrada en México reconoce que la comunidad internacional entiende que:

“...la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.”[1]

Para armar nuestra Estrategia nos interesa todo lo que tiene que ver con la cultura viva:

Las manifestaciones culturales como forma de expresión procedente de todo un sistema socio-cultural – la Baja Montaña- que reflejan cada una de las formas de expresión y representación del mundo que nos rodea, a las relaciones existentes entre los vecinos de cada pueblo  de la comarca y de los pueblos entre sí; así como sus principios, ideologías, ciencia, artes, historias, mitos, creencias y religión.
Esas manifestaciones culturales que mantenemos, conservamos o tan solo recordamos a través de ritos religiosos, danzas típicas, artesanía, creencias,  música, vestimentas, tipos de alimentación y cualquier muestra folclórica.

También nos interesan  toda la actividad cultural de la Baja Montaña, esto es todo evento o reunión que organizan nuestros grupos, nuestras asociaciones, nuestras personas y que tienen que ver con la rehabilitación, conservación, preservación y cuidado del patrimonio, pero también con su animación, gestión y puesta en valor.

Por supuesto, nos interesa todo lo que tiene que ver con la creación cultural: interpretación teatral, interpretación musical, la redacción de textos teatrales, guiones cinematográficos, composición musical, elaboración de textos literarios en el formato que sea desde la poesía a los cuentos y  las novelas largas o cortas, en castellano o en euskera, la creación coreográfica, la pintura, el muralismo, la artesanía, la gastronomía, la moda, la escultura, la fotografía, la arquitectura y… por qué no la jardinería; los grabados; los cómics y los grafittis…

Y sobre todo, en la definición y el diseño de esta Estrategia nos interesan las personas que organizan manifestaciones, generan actividades, crean y recrean.

Con esta Estrategia queremos trabajar alrededor del Patrimonio Cultural de la Baja Montaña...

Y... para ello, tenemos que establecer a que nos referimos cuando hablamos de Patrimonio Cultural

“Patrimonio” es un término que procede del latín “patrimonium”. Su significado más básico se refiere  al conjunto de bienes que pertenecen a una persona, ya sea natural (cada uno de los individuos) o jurídica (un grupo, un ayuntamiento, una asociación, una empresa…).

Muchas veces se utiliza para nombrar a “lo que es susceptible de estimación económica”, aunque también puede usarse de manera simbólica.
Si nos fijamos en la composición etimológica de la palabra (la suma de “patri”-padre- y “monium” –recibido-) podríamos definir Patrimonio como “lo recibido por línea paterna”, “lo heredado del padre”. Y es que es una palabra que se emplea desde la época de los romanos. Durante la República, época del derecho romano temprano, la propiedad familiar de los patricios (palabra que también deirva de “pater”) se transmitía de generación a generación y todos los miembros de una “gens” o familia amplia tenían derecho a heredar.

Este uso original se fue extendiendo hasta referirse a los bienes y derechos a los que las personas acceden como miembros de alguna comunidad. Con el paso del tiempo, y ya a mediados del siglo XVIII-principios del XIX, el Código Napoleónico, considera que  el patrimonio  es tanto lo que hereda una persona como lo que es de propiedad; sin embargo, el patrimonio solamente abarca elementos capaces de ser evaluados monetariamente o de apreciación pecuniaria. 

A partir de aquí, muchas veces se utiliza para nombrar a “lo que es susceptible de estimación económica”.  Y también comienzan a emplearse el término con “apellidos”: patrimonio industrial, patrimonio religioso, patrimonio civil… y patrimonio cultural.

La máxima autoridad mundial en Patrimonio Cultural es la UNESCO[1], esta entidad nos explica la relación entre Patrimonio y Cultura:
“El patrimonio cultural en su más amplio sentido es a la vez un producto y un proceso que suministra a las sociedades un caudal de recursos que se heredan del pasado, se crean en el presente y se transmiten a las generaciones futuras para su beneficio. Es importante reconocer que abarca no sólo el patrimonio material, sino también el patrimonio natural e inmaterial. Como se señala en Nuestra diversidad creativa, esos recursos son una “riqueza frágil”, y como tal requieren políticas y modelos de desarrollo que preserven y respeten su diversidad y su singularidad, ya que una vez perdidos no son recuperables.
Hoy en día el patrimonio cultural está intrínsecamente ligado a los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta toda la humanidad, que van desde el cambio climático y los desastres naturales (tales como la pérdida de biodiversidad o del acceso a agua y alimentos seguros), a los conflictos entre comunidades, la educación, la salud, la emigración, la urbanización, la marginación o las desigualdades económicas. Por ello se considera que el patrimonio cultural es “esencial para promover la paz y el desarrollo social, ambiental y económico sostenible”.
La noción de patrimonio es importante para la cultura y el desarrollo en cuanto constituye el “capital cultural” de las sociedades contemporáneas. Contribuye a la revalorización continua de las culturas y de las identidades, y es un vehículo importante para la transmisión de experiencias, aptitudes y conocimientos entre las generaciones. Además es fuente de inspiración para la creatividad y la innovación, que generan los productos culturales contemporáneos y futuros. El patrimonio cultural encierra el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural y su disfrute. Puede también enriquecer el capital social conformando un sentido de pertenencia, individual y colectivo, que ayuda a mantener la cohesión social y territorial. Por otra parte, el patrimonio cultural ha adquirido una gran importancia económica para el sector del turismo en muchos países, al mismo tiempo que se generaban nuevos retos para su conservación.”[2]

La UNESCO reconoce que no es fácil definir y clasificar el Patrimonio Cultural, no obstante, recogiendo tanto lo que cuentan los expertos mundiales y algunos declaraciones y legislaciones internacionales[3] establece que

Patrimonio cultural

i)                los monumentos: obras arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia;
ii)               los conjuntos: grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia;
iii)             los lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico.

Patrimonio natural

i)                Los sitios naturales pueden pertenecer al patrimonio cultural, pues la identidad cultural está estrechamente relacionada con el medio ambiente natural en el que se desarrolla. Los ambientes naturales llevan la huella de miles de años de actividad humana y su apreciación es, sobre todo, una construcción cultural.
ii)               los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas o por grupos de esas formaciones que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico;
iii)             las formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que constituyan el hábitat de especies animales y vegetales amenazadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o de la conservación;
iv)             los lugares naturales o las zonas naturales estrictamente delimitadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural.

Patrimonio cultural y natural subacuático

 “todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, de forma periódica o continua, por lo menos durante 100 años, tales como:
i)                los sitios, estructuras, edificios, objetos y restos humanos, junto con su contexto arqueológico y natural;
ii)               los buques, aeronaves, otros medios de transporte o cualquier parte de ellos, su cargamento u otro contenido, junto con su contexto arqueológico y natural; y
iii)             los objetos de carácter prehistoric

Patrimonio cultural inmaterial

Aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas – junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes – que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Se manifiestan en los siguientes ámbitos:
a. tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial;
b. artes del espectáculo;
c. usos sociales, rituales y actos festivos;
d. conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
e. técnicas artesanales tradicionales

Bienes culturales

Los bienes, cualquiera que sea su origen y propietario, que las autoridades nacionales, por motivos religiosos o profanos, designen específicamente como importantes para la arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura, el arte o la ciencia, y que pertenezcan a las siguientes categorías:
a. las colecciones y ejemplares raros de zoología, botánica, mineralogía, anatomía, y los objetos de interés paleontológico;
b. los bienes relacionados con la historia, con inclusión de la historia de las ciencias y de las técnicas, la historia militar y la historia social, así como con la vida de los dirigentes, pensadores, sabios y artistas nacionales y con los acontecimientos de importancia nacional;
c. el producto de las excavaciones (tanto autorizadas como clandestinas) o de los descubrimientos arqueológicos;
d. los elementos procedentes de la desmembración de monumentos artísticos o históricos y de lugares de interés arqueológico;
e. antigüedades que tengan más de 100 años, tales como inscripciones, monedas y sellos grabados;
f. el material etnológico;
g. los bienes de interés artístico, tales como:
i) cuadros, pinturas y dibujos hechos enteramente a mano sobre cualquier soporte y en cualquier material (con exclusión de los dibujos industriales y de los artículos manufacturados decorados a mano);
ii) producciones originales de arte estatuario y de escultura en cualquier material;
iii) grabados, estampas y litografías originales;
iv) conjuntos y montajes artísticos originales en cualquier material; h. manuscritos raros e incunables, libros, documentos y publicaciones antiguos de interés especial (histórico, artístico, científico, literario, etc.) sueltos o en colecciones;
i. sellos de correo, sellos fiscales y análogos, sueltos o en colecciones;
j. archivos, incluidos los fonográficos, fotográficos y cinematográficos;
k. objetos de mobiliario que tengan más de 100 años e instrumentos de música antiguos.




[2] UNESCO. Patrimonio. Nº 136  “INDICADORES UNESCO DE CULTURA PARA EL DESARROLLO” https://es.unesco.org/creativity/sites/creativity/files/digital-library/cdis/Patrimonio.pdf
[3] Como la “Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural” (1972); la “Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial” (2003); la “Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático” (2000), y la “Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales” (1970).

Ficha para la recogida de ideas, propuestas y proyectos para definir una Estrategia de Atención al Patrimonio de la Baja Montaña

PROPUESTAS, IDEAS, PROYECTOS

¿Qué podemos hacer? 

¿Qué nos gustaría hacer?

PATRIMONIO Y CULTURA EN LA BAJA MONTAÑA

Pretendemos, entre todos, hacer un Plan de Acción y necesitamos sumar proyectos. Descárgate la ficha y presentanos tus propuestas e ideas

Ficha de Propuestas

Esta es una primera recogida de proyectos, ideas y propuestas. Puedes entregar tu ficha en tu Ayuntamiento o Concejo hasta el 31 de octubre

¿Quieres participar? Aquí tienes una encuesta que nos ayudará a explicar cómo percibimos nuestro Patrimonio y nuestra Cultura

ENCUESTA SOBRE NUESTRA PERCEPCIÓN

¿Cómo vemos? 

¿Cómo sentimos? 

¿Cómo hacemos ?

PATRIMONIO Y CULTURA EN LA BAJA MONTAÑA


Si quieres participar en esta iniciativa y no puedes acudir a una de las reuniones de presentación puedes descargarte la ficha, cumplimentarla y entregarla en tu Ayuntamiento o Concejo.

Encuesta de percepción

Fecha límite de entrega: 23 de octubre

Calendario de Presentación de la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña


¿Para quién ponemos en marcha esta Estrategia de Atención al Patrimonio de la Baja Montaña?

En primer lugar, y sobre todo, este proceso y sus resultados deben ser positivos, benéficos, rentables para todos y todas  los que vivimos en nuestra comarca.
Los puntos de este tapiz representan y simbolizan a todas y cada una de las personas que vivimos en los pueblos que integran la Comarca de Sangüesa-Baja Montaña y los colores muestran cómo se reparten esas personas por el territorio
 Datos extraídos del BON 45, de 5 de marzo de 2018: “Orden Foral 23/2018, 
de 7 de febrero del Consejero de Hacienda y Política Financiera, 
por la que se declaran oficiales las cifras de población 
de los Concejos de Navarra con referencia al 1 de enero de 2018.”

En la Comarca de Sangüesa-Baja Montaña vivimos un total de 8.022 personas repartidas en 13 municipios.





Pero, además, esta iniciativa beneficiará a todas aquellas personas que estudian, cuidan, trabajan, investigan, escriben, cantan, piensan, exploran, cuentan y exploran el Patrimonio y la Cultura de nuestro territorio aunque no vivan aquí.

¿Quién impulsa la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Durante los años 2016 y 2017, algunos Ayuntamientos de la Comarca, empresas y técnicas de diversas entidades de la zona como Mancomunidad y Cruz Roja  han participado en un Grupo de Trabajo sobre el Empleo en la zona. El objetivo era reflexionar y encontrar soluciones a algunos problemas del territorio y sus gentes: el desempleo, el trabajo precario, la despoblación, el envejecimiento. Estas sesiones de trabajo estaban coordinadas por la Agencia de Empleo y Desarrollo de Cederna Garalur en la Comarca de Sangüesa.
A partir de este análisis reflexivo empezaron a quedar claras algunas cuestiones: 

  • tenemos que hacer atractivo nuestro territorio,
  • lo tenemos que sentir, lo tenemos que querer... 
  • lo tenemos que hacer juntos, unidos, colaborando...
  • lo que hagamos tendría que ayudarnos a fijar población, a atraer a nuevos habitantes, a que los ...
  • a vivir y a ser mejores...
  • lo que hagamos tendrá que partir de "nuestras materias primas"... 



En los últimos meses de 2017 llegamos a una primera conclusión: en nuestra comarca aquello que genera proyectos, que emociona, que moviliza, que genera vida, que nos diferencia y nos une, de lo que estamos orgullosos pero hambrientos por conocer, explorar y mejorar tiene que ver con NUESTRO PATRIMONIO Y NUESTRA CULTURA.

En enero de 2018, aprovechando la coincidencia temporal de que Europa celebra el Año del Patrimonio Cultural comenzamos a trabajar en el diseño e implementación de la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña. 

Entonces se creó el Comité de Pilotaje, animado desde la Agencia de Empleo y Desarrollo de Cederna Garalur e integrado por las Entidades Locales de la Comarca que voluntariamente han decidido empujar esta iniciativa. Se han adherido formalmente 13 entidades: Aibar-Oibar, Cáseda, Eslava, Ezprogui, Gallipienzo/Galipentzu, Javier, Leache/Leatxe, Liédena, Petilla de Aragón, Sangüesa/Zangoza y Yesa y los Concejos de Gabarderal y Rocaforte.

En este tiempo la iniciativa es asumida como un proyecto especialmente interesante para toda la Montaña de Navarra. La iniciativa  fue presentade en la sesión nº 145 de la Junta Directiva de la Asociación Cederna Garalur celebrada en Ansoain el pasado 13 de marzo de 2018 y aprobada por unanimidad por los asociados presentes en la reunión considerandola una actuación estratégica para la Comarca de Sangüesa/Baja Montaña en 2018.

Para simbolizar la unión y la intención de todas estas entidades para trabajar estratégicamente en ATENDER el Patrimonio y la Cultura de la Baja Montaña se creó un sello que habrás visto en carteles, entradas de blog, noticias, mensajes...


Así, pues, es como empezó a andar la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña, que es apoyada a través del Gobierno de Navarra por dos de sus Departamentos: 

  • Por su contenido -nuestro Patrimonio y nuestra Cultura- del trabajo que queremos desplegar estamos arropados por el Departamento de Cultura, Deporte y Juventud 
  • Por su metodología: para que el proceso de definir, diseñar e implementar nuestra Estrategia sea participativo estamos apoyados por Departamento de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, su ayuda  nos ha permitido contar con la asistencia técnica de Ana Zabalegui, una inmensa profesional  con una dilatadísima trayectoria en materia de cultura, patrimonio, desarrollo y gestión de proyectos empresariales relacionados con el patrimonio cultura. formación...


Ahora, mediado el mes de octubre, este Comité de Pilotaje quiere extender la iniciativa y seguir sumando...

Porque queremos actuar y atender el Patrimonio Cultural de la Baja Montaña  sumando a personas, grupos, asociaciones… Te esperamos!!!


¿Qué participación aspiramos a desplegar para llegar a diseñar nuestra Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Una de las definiciones más aceptadas en la comunidad internacional de participación es la propuesta por Roger Hart en 1993, en la que se la define como “la capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el entorno social y que afectan a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno vive”[1].

La participación requiere de un cierto número de personas o grupos cuyos comportamientos se “determinan recíprocamente”. En este sentido, podríamos decir que es sinónimo de intervención colectiva: TOMAR PARTE, SER PARTE, FORMAR PARTE JUNTO A OTROS DE UNA MISMA ACCIÓN, EVENTO, DECISIÓN…

Los teóricos señalan dos grandes ámbitos para la participación:
•El público, que incluye la participación ciudadana y la política, y 
•El privado, en el que se encuentran la participación social y la comunitaria.

La Participación Ciudadana

La intervención de los ciudadanos en la esfera pública. Es un proceso que proporciona a los individuos, a las vecinas y vecinas, una oportunidad de influir en las decisiones públicas. Es  un componente del proceso democrático de toma de decisiones.  Pero caben muchas otras esferas y momentos en los que se requiere participación ciudadana, como los PROCESOS de PARTICIPACIÓN a los que somos llamados sobre cultura, energía, medio ambiente, etc, etc. Muchas veces esta participación se queda en un plano consultivo o deliberativo.

La Participación Política

La participación política es un elemento esencial de los sistemas democráticos. En cierta medida la podríamos definir como una modalidad de participación ciudadana. Y, en este sentido se define como toda actividad de los ciudadanos que está dirigida a intervenir en la designación de los gobernantes y/o a influir en los mismos con respecto a una política estatal.
  • Acciones dirigidas a la composición de cargos representativos.
  • Acciones dirigidas a influir en las actitudes de los políticos
  • Acciones dirigidas a otros irrelevantes políticamente (boicot a productos de empresas y ONG, por ejemplo)
  • Actos a favor o en contra de medidas tomadas (huelgas, manifestaciones, etc)
  • Participación en asociaciones de carácter político  como partidos políticos y sindicatos.
 

La Participación Social

La participación social implica la agrupación de los individuos en organizaciones de la sociedad civil para la defensa y representación de sus respectivos intereses… que buscan el mejoramiento de las condiciones de vida o defensa de intereses. Estas organizaciones y grupos configuran lo que se denomina Tercer Sector; una manera de actuar diferente a la del Primer Sector-Público y el Segundo Sector-Privado (mercado)
La participación social es un derecho humano esencial de toda persona y, una sociedad puede considerarse democrática cuando todos sus ciudadanos y ciudadanas participan.
La participación social es uno de los componentes más importantes de la construcción de la democracia y, a través de ella, se contribuye a asegurar el cumplimiento de otros derechos.

 Y, la Participación Comunitaria

Con el que nos referimos al conjunto de acciones desarrolladas por diversos sectores comunitarios, en la búsqueda de soluciones a sus necesidades específicas. Se encuentra unida al desarrollo comunitario y tiene como eje la mejora de las condiciones de vida de la comunidad.

En la participación comunitaria es el propio grupo quien estipula las relaciones en función del problema, al cual busca solución mediante un proyecto de desarrollo de mejoras o cambio de la situación. Una de las características de la participación comunitaria es que busca mejorar el bienestar de los miembros de la comunidad en función de valores que le son propios, para que la mejora pueda ser sostenible en el tiempo.

De esta manera, los problemas de la comunidad pueden ser resueltos de manera endógena y las soluciones se ajustan a su entorno porque surgen del consenso de sus miembros.


Para la implementación de la Estrategia de la Baja Montaña (tanto en el diagnóstico, el diseño como en  la ejecución) aspiramos a poner en marcha un proceso de participación comunitaria que llegue a la  co-decisión y co-gestión para el desarrollo de  proyectos vinculados al Patrimonio y la Cultura de cada uno de nuestros pueblos.



TRES REGLAS BÁSICAS PARA PARTICIPAR

Si te quieres sumar a esta proceso debes recordar que buscamos una participación...
1.- VOLUNTARIA: todo el mundo que lo desee puede sumarse a este proceso con la intensidad que cada persona desee
2.- PLURAL: todo lo que voluntariamente se aporte a este proceso debe hacerse de manera respetuosa y tolerante.
3.- POSITIVA: no buscamos la uniformidad, es posible discrepar pero las propuestas, ideas, proyectos, aportaciones, sugerencias, críticas que se incorporen a la estrategia tienen que SUMAR no DIVIDIR





[1] Esta entrada se ha redactado tomando como referencia el blog Divulgación Dinámica  https://www.divulgaciondinamica.es/blog/participacion-ciudadana-definicion-tipos-participacion/

¿Que método vamos a seguir para definir e implementar la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Con el propósito general de diseñar e implementar un plan conjunto para atender el Patrimonio Cultural de la Comarca, esto es, realizar una planificación que contemple  un conjunto de actividades interrelacionadas y coordinadas alrededor de nuestro patrimonio y nuestra cultura utilizaremos un método concreto la investigación-acción.

La investigación-acción es una metodología propia de las Ciencias Sociales, en particular de las relacionadas con la Educación que se puede definir como el proceso reflexivo que vincula dinámicamente la investigación, la acción y la formación acerca de la propia práctica

O, dicho de otro modo, buscamos desplegar un esfuerzo planificado, temporal y único para crear nuevos productos, nuevos proyectos, nuevos servicios, nuevas ideas a nuestro Patrimonio y nuestra Cultura conociendo, reflexionando sobre lo que ya tenemos y hacemos. Pretendemos generar INNOVACIONES que agreguen valor o causen un cambio positivo en nuestra manera de relacionarnos con nuestro patrimonio cultural.

Se trata, entonces, de marcar todos juntos una estrategia para atender el Patrimonio Cultural de la Baja Montaña reflexionando, haciendo y aprendiendo en el proceso.


Características del proyecto de Investigación-Acción que queremos desplegar en la Baja Montaña para Atender nuestro Patrimonio Cultural 

Es necesario desplegar procesos de participación.

Esta participación debe ser activa: tiene que ser colaborativa y realizarse en grupo por las personas y los colectivos –formales e informales- implicados.

La aspiración que tenemos es que este proceso sirva para mejorar nuestras propias prácticas respecto a la cultura y el patrimonio de la baja montaña. Esto nos impone otro requisito: la investigación.

Y, esa investigación tendría que seguir una espiral introspectiva: una espiral de ciclos de planificación, acción, observación y reflexión realizada por los mismos actores implicados en el proceso.

Porque Investigación aquí implica registrar, recopilar, analizar.

Una investigación que busca CAMBIAR nuestra manera de ver, entender, actuar, mejorar nuestra cultura y nuestro patrimonio en un proceso gradual que empieza con pequeños ciclos que necesita avanzar, poco a poco, a cambios más amplios.

¿Por qué estamos poniendo en marcha la Estrategia de Atención al Patrimonio Cultural de la Baja Montaña?

Muchas personas, diferentes asociaciones y colectivos y las entidades locales dedican tiempo, esfuerzo y trabajo al Patrimonio Cultural, a preservarlo, documentarlo, conservarlo, divulgarlo pero, por lo general son esfuerzos individuales, acciones aisladas, que en muchas ocasiones resultan costosas y logran pocos resultados, escasa visibilidad o repercusión; son por lo general, proyectos a medio plazo que -a veces, en el tiempo - tienen una sostenibilidad frágil o incierta... Para integrar estas propuestas, establecer sinergias entre los proyectos y sus promotores, intercambiar experiencias y aprendizajes, atraer nuevos públicos, lograr acciones más eficaces y perdurables, convertir el patrimonio y la cultura en el motor de desarrollo de la Comarca… se intenta, con la intervención de la Agencia de Empleo y Desarrollo de Cederna Garalur en la zona, poner en marcha esta iniciativa.

Se parte, pues, de la hipótesis de que entre los recursos de la Comarca de Sangüesa-Baja Montaña existe un amplio Patrimonio Cultural muy reconocido: el Monasterio de San Salvador de Leyre, el Castillo de Javier, la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa... otros en vía de convertirse en espacios singulares como la Iglesia de San Salvador de Gallipienzo, el yacimiento de Santa Criz de Eslava... personajes de relevancia para la historia de Navarra como Enrique de Albret o Sancha de Aibar, de trascendencia universal como Francisco de Javier o Santiago Ramón y Cajal, conjuntos monumentales que luchan por no morir como la Villa Romana de Liédena, la iglesia de San Esteban de Yesa, la ermita de San Zoilo en Cáseda, el conjunto de Santa Elena de Abaiz en Lerga o San Bartolomé de Rocaforte, despoblados en la Vizcaya, Peña, ermitas, puentes, arquitectura popular... lugares, monumentos, historias, arte...

  
En los últimos años, como Comarca, se han dado varias ocasiones en las que ha sido posible trabajar el Patrimonio Cultural de manera conjunta; las Jornadas Europeas del Patrimonio, la presentación conjunta de los proyectos con sello MECNA de la comarca… Sin embargo, como decimos, son propuestas aisladas, no están integradas... solo se suma lo que cada uno hace sin lograr armar actuaciones coordinadas.

Aun así han servido para crear una conciencia colectiva de que se tiene mucho y valioso patrimonio, para evidenciar que existen muchos y ambiciosos proyectos, para descubrir que aún quedan muchos e interesantes elementos y bienes por poner en valor.

Aprovechando que toda Europa celebra el Año del Patrimonio Cultural, 2018 parece ser un momento idóneo para empezar a trabajar JUNTAS Y JUNTOS en esta línea.



Te invitamos a fomar parte de una aventura ilusionante: participar en la definición y desarrollo de la "Estrategia de Atención al Patrimonio de la Baja Montaña"

Estrategia 

Esta palabra, estrategia, deriva del latín strategĭa, que a su vez procede de dos términos griegos: stratos (“ejército”) y agein (“conductor”,“guía”). Así su significado primario es el “arte de dirigir las operaciones militares”. De aquí, el concepto ha derivado a su uso actual para referirse al plan ideado para dirigir un asunto y para designar al conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.
Aquí te invitamos a participar en el diseño de un plan, un proyecto: queremos emprender JUNTOS Y JUNTAS una serie de acciones meditadas, encaminadas hacia un fin determinado.

Comarcal

Queremos, también, que esta estrategia se extienda por todas nuestras localidades, esto es, por la Baja Montaña.
Y, además, esperamos que implique a todos los actores: Entidades locales,  a los/as ciudadanos/as en general, ya sea individual o de manera colectiva (asociaciones, colectivos y grupos culturales), a las empresas e industrias culturales de la zona, a otras entidades presentes o con intereses en la comarca (Fundaciones, Asociaciones, Parroquias, Universidades, Centros educativos, Consorcio turístico, Cruz Roja...)

De Atención 

Atender se define como la "aplicación voluntaria de la actividad mental o de los sentidos a un determinado estímulo u objeto mental o sensible". Nuestro reto es "atender" con nuestro conocimiento, nuestra investigación, nuestra emoción, nuestra ilusión... 

A nuestro Patrimonio Cultural 

Es decir, queremos atender a todo el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia del grupo humano de la Baja Montaña.
Queremos planificar JUNTOS cómo mejorar, cómo trabajar, cómo mostrar, cómo conocer nuestros bienes y elementos CULTURALES más valiosos, aquellos que refuerzan emocionalmente nuestro sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por NOSOTROS y por OTROS como característicos, definitorios, de nuestro territorio y de sus gentes.
Queremos actuar y atender el Patrimonio Cultural de la Baja Montaña

… ¿te sumas a nosotros y nosotras?

Queremos trabajar en nuestro territorio, en nuestra comarca. Pero... ¿Qué es la Baja Montaña?

La etimología del término comarca, según el diccionario de la Real Academia Española, nos remite a la  combinación de la palabra “marca” -o lo que es lo mismo, el “derecho exclusivo a la utilización de una palabra, frase, imagen o símbolo para identificar un producto o un servicio”- con el prefijo “co” que significa “unión o compañía”.

Una comarca es una porción de territorio, más pequeña que una región, que se considera homogénea por diversos factores, como las condiciones naturales o la persistencia de demarcaciones históricas.

La delimitación de una comarca puede obedecer a diferentes razones e intereses. Por lo general se busca que el territorio delimitado tenga una identidad propia, en la cual sus habitantes se reconozcan.

Partiendo de esta definición elegimos en esta iniciativa relacionada con nuestro Patrimonio y nuestra Cultura, el nombre de “Baja Montaña” porque:
  • Contiene nuestro paisaje: somos la última ¿o la primera? Cuenca prepirenaica, poderosamente liderada por la Sierra de Leyre
  • Es una referencia a nuestros “modos de hacer” más tradicionales, ligados a nuestra tierra y a nuestra historia desde la época de los romanos, a los cultivos, al paisaje y, sobre todo, al Vino[1]
  • Es un nombre con el que se identifican y quedan definidos todos nuestros pueblos.

Nuestra comarca, también se conoce como Comarca de Sangüesa, siempre definida y explicada por la intersección, la encrucijada, el cruce…
“La parte meridional de la Merindad de Sangüesa pertenece a la Navarra media oriental y comprende la Val de Aibar uno de cuyos apéndices es la desolada Vizcaya que se prolonga en la Valdorba y la tierra de Sangüesa. A ello hay que añadir dos enclaves históricos situados en la Valdonsella que forman Petilla de Aragón y que pertenecen a Navarra”. [2]

Ocupa un total de 488’40 kms ocupados por 13 municipios que acogen a las localidades de Aibar-Oibar; Cáseda y San Isidro del Pinar; Eslava; Ayesa, Ezprogui y Ezprogui; Gallipienzo-Galipentzu; Javier y Peña; Leache-Leatxe; Lerga; Liédena; Petilla de Aragón; Sada; Gabarderal, Rocaforte y Sangüesa-Zangoza; y Yesa.





[2] GARCIA GAINZA, M.C y ORVE SIBATTE, M. (1989) Catálogo Monumental de Navarra. Gobierno de Navarra/Arzobispado de Pamplona/ Universidad de Navarra. Tomo IV Merindad de Sangüesa. Introducción- Pag IX