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Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia.

Santiago Ramón y Cajal, 1 de mayo de 1922

Queremos trabajar en nuestro territorio, en nuestra comarca. Pero... ¿Qué es la Baja Montaña?

La etimología del término comarca, según el diccionario de la Real Academia Española, nos remite a la  combinación de la palabra “marca” -o lo que es lo mismo, el “derecho exclusivo a la utilización de una palabra, frase, imagen o símbolo para identificar un producto o un servicio”- con el prefijo “co” que significa “unión o compañía”.

Una comarca es una porción de territorio, más pequeña que una región, que se considera homogénea por diversos factores, como las condiciones naturales o la persistencia de demarcaciones históricas.

La delimitación de una comarca puede obedecer a diferentes razones e intereses. Por lo general se busca que el territorio delimitado tenga una identidad propia, en la cual sus habitantes se reconozcan.

Partiendo de esta definición elegimos en esta iniciativa relacionada con nuestro Patrimonio y nuestra Cultura, el nombre de “Baja Montaña” porque:
  • Contiene nuestro paisaje: somos la última ¿o la primera? Cuenca prepirenaica, poderosamente liderada por la Sierra de Leyre
  • Es una referencia a nuestros “modos de hacer” más tradicionales, ligados a nuestra tierra y a nuestra historia desde la época de los romanos, a los cultivos, al paisaje y, sobre todo, al Vino[1]
  • Es un nombre con el que se identifican y quedan definidos todos nuestros pueblos.

Nuestra comarca, también se conoce como Comarca de Sangüesa, siempre definida y explicada por la intersección, la encrucijada, el cruce…
“La parte meridional de la Merindad de Sangüesa pertenece a la Navarra media oriental y comprende la Val de Aibar uno de cuyos apéndices es la desolada Vizcaya que se prolonga en la Valdorba y la tierra de Sangüesa. A ello hay que añadir dos enclaves históricos situados en la Valdonsella que forman Petilla de Aragón y que pertenecen a Navarra”. [2]

Ocupa un total de 488’40 kms ocupados por 13 municipios que acogen a las localidades de Aibar-Oibar; Cáseda y San Isidro del Pinar; Eslava; Ayesa, Ezprogui y Ezprogui; Gallipienzo-Galipentzu; Javier y Peña; Leache-Leatxe; Lerga; Liédena; Petilla de Aragón; Sada; Gabarderal, Rocaforte y Sangüesa-Zangoza; y Yesa.





[2] GARCIA GAINZA, M.C y ORVE SIBATTE, M. (1989) Catálogo Monumental de Navarra. Gobierno de Navarra/Arzobispado de Pamplona/ Universidad de Navarra. Tomo IV Merindad de Sangüesa. Introducción- Pag IX