Rocaforte se levanta sobre un monte, coronando la ciudad de Sangüesa-Zangoza -de la que es núcleo originario- señoreando el valle del río Aragón.
Históricamente desempeñó un importante papel defensivo, especialmente en el
siglo X, contra los musulmanes. En su castillo nació Sancho Garcés I, que fue
rey de Pamplona entre los años 905 y 925[1].
Entre su patrimonio, de
origen medieval, destaca la Iglesia de la Asunción y la ermita de San Bartolomé[2], que
según la tradición, fue el lugar en que se acogió San Francisco de Asís durante
su peregrinación a Santiago en 1212. Cercana a la ermita oratorio está la Fuente Legendaria
de San Francisco[3]
Justamente sobre el Camino de la Fuente, tramo singular del Camino de Santiago en Rocaforte, se ha intervenido recientemente. Y, es que Rocaforte cuenta con el atractivo de ser uno de las localidades más
emblemáticas del Camino de Santiago Aragonés en su primera etapa por tierras navarras, por lo que preparando el año Jacobeo 2021, el Concejo ha decidido intervenir en un tramo del itinerario jacobeo por la localidad con la instalación de 360 metros de vallado en el Camino de la Fuente.
Esta actuación, terminada en enero de 2020, - que ha tenido un coste final de 23.062'36 euros- ha sido auxiliada en un 70% por el PDR 2014-2020 gestionado en la Montaña de Navarra por Cederna Garalur y financiado por el Gobierno de Navarra y el Fondo Europeo FEADER.
El Vallado del Camino de la Fuente en el Camino de Santiago Aragonés es una intervención sencilla con un gran impacto social (Los
360 metros del Camino de Santiago Aragonés que discurren sobre el Barranco de
Rocaforte son ahora seguros para los peatones), ambiental (se
ha respetado, e incluso protegido, los ecosistemas próximos al Camino, que
ahora resultan de más difícil acceso tanto a los peregrinos como a los vehículos), cultural (Rocaforte
está mejor preparado para el Jacobeo 2021 y la actuación contribuye a mejorar un elemento, el Camino de Santiago, cnosiderado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad) y económico (Un Camino mejor preparado, más seguro y que cuida del entorno natural
atraerá más turismo -por tanto, contribuirá a mejorar la economía de la Comarca).
[1] Hijo de García
Jiménez y de su segunda esposa, Dadildis de Pallars, fue el primer rey de la dinastía Jimena. A la muerte de García I Íñiguez en el año 870, fue gobernante de Valdonsella y pronto comenzó a intervenir en todos
los territorios circundantes.
Ocupó
Pamplona cuando todavía reinaba Fortún
Garcés, ayudado por Alfonso III
de Asturias, junto con el conde
de Pallars. Eliminados los derechos patrimoniales de los hijos de Fortún Garcés,
estos recayeron en su nieta Toda,
casada con Sancho Garcés I, que los hizo valer y se proclamó rey de Pamplona en 905, tras destronar a Fortún Garcés.
Al morir el
conde de Aragón, Galindo II Aznárez, Sancho Garcés I
ocupó las tierras de Aragón ignorando los derechos sucesorios de todos. Esta
fue la causa que justificó las luchas del gobernador musulmán de Huesca, Muhammad al-Tawil, que tenía derechos
sucesorios sobre el territorio por estar casado con Sancha Aznárez, hermana del
conde. Se solucionó el problema al prometer en matrimonio a Andregoto Galíndez, hija del conde
Galindo, con el hijo de Sancho Garcés I, el futuro rey García Sánchez I, que era todavía un
niño.
Amplió
considerablemente las fronteras meridionales del reino hasta llegar a tierras
riojanas mediante una serie de campañas militares contra los musulmanes.
Conquistó Nájera y estableció allí su corte, dotando de
una organización definitiva al reino de Pamplona.
Aliado con Ordoño II de León, venció a un
ejército cordobés en San Esteban
de Gormaz (917), pero fue
derrotado por Abd al-Rahman III en la Batalla
de Valdejunquera (920).
Durante su reinado se comenzó
a acuñar moneda, siendo el primer reino cristiano que usó tal regalía. Así
mismo, aparece el sistema de tenencias,
que se perpetuará en Navarra y Aragón hasta principios del siglo XIII.
[2] Fundado en 1266 durante
el reinado de Teobaldo II, fue habitado permanentemente por monjes
franciscanos, quienes años más tarde lo abandonaron durante trescientos años.
El edificio se reconstruyó en 1635, y fue ampliado y habitado por última vez
entre 1772 y 1821. Después, la ermita, la más rica en leyendas de la zona,
quedó vacía y se utilizó como hospedaje e incluso para guardar ganado hasta
hace pocos años. El oratorio, vacío y muy deteriorado conserva una
austera iglesia gótica y un sencillo claustro del mismo estilo, y tan sólo se
abre al público el día 24 de Agosto, cuando se realiza en la iglesia una misa
en honor al patrón del pueblo, San Bartolomé. En los últimos años, este monumento también está siendo lentamente recuperado por el Concejo de Rocaforte, gracias a las ayudas del PDR 2014/2020.
[3] Lugar importante cerca
del monasterio, de la que se dice que brotó con el paso de San Francisco de
Asís por el pueblo, y a la que acudían para recoger agua tanto los monjes como
los habitantes de Rocaforte. Antiguamente había también un lavadero, al que
durante muchos años acudieron las mujeres de Rocaforte a hacer las coladas. Con
la llegada del agua corriente a los hogares, hace actualmente 50 años, el
lavadero se abandonó, y con el paso del tiempo y a fuerza de no usarlo, se fue
hundiendo. En la actualidad, la fuente se ha reformado: el lavadero ha sido
restaurado a la manera en que estaba en aquellos tiempos, y se ha adornado con
un escudo en su interior. Además, aprovechando que el lugar se ha convertido en
punto de reunión del Camino de Santiago y de los itinerarios de Salajones, se
han construido un merendero y varios fogones. Gracias al enorme esfuerzo de
muchos de los habitantes de Rocaforte (quienes trabajaron personalmente en la
reconstrucción) se ha conseguido que la fuente de San Francisco sea hoy uno de
los lugares más bonitos y agradables del pueblo.