En la Baja Montaña son numerosas las referencias y lugares donde se recuerda al santo campesino: imágenes en muchas de nuestras iglesias; festividad en Liédena, Javier y Lerga; romerías a la ermita del Socorro de Sangüesa a San Zoilo en Cáseda y hasta un acogedor y, para muchos, desconocido pueblo: San Isidro del Pinar.
Pero ¿quién fue San Isidro?
Nació Isidro en torno al 1082/1085 (según
quien sea el cronista) cuando el territorio de Madrid formaba parte de la taifa
de Toledo del área dominada por el Al-Ándalus.
Lope de Vega sitúa su vida inicial en
el arrabal de San Andrés de la villa de Madrid, nos relata que sus padres,
Pedro e Inés, eran una familia de colonos mozárabes que se encargó de repoblar
los terrenos ganados por Alfonso VI. Es posible que procediera de una familia
humilde de agricultores que trabajan en campos arrendados. Los padres de Isidro
tenían un contrato de arrendamiento anual, con el caballero guerrero Juan
Varga, acuerdo que renovaban libremente ambas partes. El trabajo se dirigía
bien por el señor, o por los encargados. Los jornaleros debían obediencia y
fidelidad al amo. A cambio recibían un sueldo en dinero, en especie o en una
mezcla de ambas. La relación entre la familia de Isidro y la familia
Vargas era de este tipo.
De su juventud, se dice que era conocido por llegar
tarde al trabajo y ser reprendido habitualmente por ello. Durante su juventud y madurez de Isidro parece
que vivió en Torrelavega donde se casó y tuvo un niño. Y siempre se dedicó a la labranza.
Isidro falleció en el año 1172, su
cadáver se enterró en el cementerio de la Iglesia de San Andrés de
Madrid. En 1213 el rey Alfonso VIII, como agradecimiento al Santo por su
intervención en la victoria de las Navas de Tolosa levantará una
capilla en su honor en la iglesia de San Andrés y colocará su cuerpo incorrupto
en la llamada arca «mosaica».
En el siglo XIII se rogaba a Isidro como
mediador para obtener lluvias en primavera. Estas lluvias, si se producían,
eran beneficiosas para las actividades agrícolas. Esta mediación hizo que en
los primeros siglos su leyenda se fuese propagando a lo largo de los pueblos a
través de la geografía peninsular y llegó hasta nuestra comarca agraria.
En 1599, Lope de Vega retrató a San Isidro Labrador
Era Isidro alto y dispuesto,
bien hecho, humilde y modesto;nariz mediana, ojos claros,en ver y en vergüenza raros,de andar suspenso y compuesto.El cabello Nazareno,bien puesta la barba y bocani en grande exceso, no poca,el rostro, alegre y sereno,que la risa siempre es loca.La voz entre dulce y grave,tratado blando y suave;pero si os pasáis, pinceles,el alma, un angel Apelespinte de voz lo que sabe (…)
Fuente ESPINÓS, V. (1922) “San Isidro, labrador de Madrid y Fray Félix Lope de Vega” Ayuntamiento de Madrid. http://www.memoriademadrid.es/doc_anexos/Workflow/0/24805/ia_350.pdf
Fue beatificado por el papa Paulo V el 14
de junio de 1619, y el 12 de marzo de 1622 canonizado
por Gregorio XV, junto a san Felipe Neri, santa Teresa de Jesús, san
Ignacio de Loyola y san Francisco Javier, aunque la bula de
canonización no fue publicada hasta 1724 por Benedicto XIII reinando
ya en España Felipe V. La canonización hizo que se celebraran grandes
fiestas en Madrid. Se determinó además que su festividad se celebraría el 15
de mayo y se aprobó su Patronazgo sobre la Villa y Corte de Madrid.