Ayesa, Pueblo Ejemplar
En plena Baja Montaña, entre Eslava, Sada y Gallipienzo se levanta una pequeña y coqueta población, colgada entre sierras, dominando un paisaje ondulante de campos de cereal y viñedos. Un apretado caserío de estrechas y retorcidas calles empedradas, con grandes casas labriegas que evoca un noble pasado atestiguado por las crónicas del siglo XIX sobre su castillo o por la imponente figura de la Iglesia de San Andrés. Es Ayesa. Un pueblo que actualmente es la capital -y junto con Moriones- el reducto de las gentes que un día vivieron en Ezprogui.
Su escasa población -menos de un habitante por kilómetro cuadrado- ha crecido (según datos del INE) un 2’7% en el último año, un dato que prueba la vitalidad y el dinamismo de un lugar que ha visto, impotente, desaparecer muchas de las localidades que integraban el municipio en décadas no tan lejanas. Como testimonio y homenaje, Ayesa se ha empeñado en mantener vivo el recuerdo de sus pueblos hermanos -Arteta, Gardaláin, Guetadar, Irangote, Julio, Loya, Sabaiza, Usumbelz, Eyzko, Usaregui/ Usaragui- creando para ellos el “Espacio de Evocación de la Bizkaya”. Un centro de interpretación etnográfico lleno de reminiscencias, de vivencias, de anécdotas, de viejas fotografías y emociones que llenaron, antaño, un territorio de algo más de 46 kilómetros cuadrados; y que, recientemente han sido documentadas por Juan José Recalde en su libro “La Bizkaia de Navarra. Memorias de un valle en silencio”.
Este centro viene a completar el arrojo y la energía por la recuperación del patrimonio popular de Ayesa que se realizó, hace un par de años, con la restauración del antiguo Trujal de San Andrés que incluía la puesta a punto de una maquinaria que aun funciona.
Pero el empeño por revitalizar la localidad, arraigar a sus vecinos y atraer nuevos habitantes a Ayesa va más allá de la reconstrucción y conservación de la memoria y la tradición. El Ayuntamiento, el Concejo, las gentes de Ayesa se implican y multiplican en generar momentos y oportunidades para el encuentro, para la convivencia y para compartir: la fiesta anual de la Bizcaya; el disfrute del paisaje y la naturaleza a través de propuestas de senderismo y paseos trazados en torno al Centro Nordic Walking Santa Ágata; la fiesta “México Cabalga en Ayesa” que año a año ha concentrado a más de 1.500 personas en un singular evento que combina la música con el espectáculo ecuestre; la creación de la Asociación Amigos de la Bizcaya; la organización de actividades como conciertos y talleres…
Ayesa es un paradigma de acción real y eficiente en la lucha rural contra la pérdida de población:
- proyectos concretos y sentidos, inspirados en la identidad local que sirven para reforzar los sentimientos de pertenencia y comunidad;
- eficacia a la hora de atraer y gestionar fondos públicos como los del PDR 2014/2020 -financiados por el Gobierno de Navarra y el FEADER- que han servido para apoyar algunas de estas iniciativas;
- colaboración desinteresada y activa participación ciudadana;
- y, sobre todo, la destreza y habilidad de sus representantes y responsables municipales y concejiles para dar forma y continuidad a un proceso que es ejemplo de desarrollo local.
Algunas referencias de la prensa escrita al proceso de revitalización que se está viviendo en Ayesa
Noticias de Navarra- 10/9/2020 - La Bizkaia sí tiene quien le llore
Noticias de Navarra- 1/9/2020- Ayesa acoge con orgullo el libro de 'la Bizkaia'
Noticias de Navarra- 29/8/2020- Ezprogui y Ayesa impulsan con un museo y una asociación
Noticias de Navarra- 1/5/2020- Concejo de Ayesa, pasos para reunir su patrimonio
Diario de Navarra -8/8/2018- Vuelve la 'casa del aceite' de Ayesa
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